viernes, 2 de agosto de 2013

EL “TERCER SEXO”, SEDUCCIÓN SOCIAL

Estamos viviendo una campaña que atenta contra la moralidad y las buenas costumbres. Homosexuales se han dado a la tarea de convencer a la opinión pública de que las relaciones sexuales entre hombres o entre mujeres son de lo más común y normal, que han existido siempre, que incluso sociedades como la  espartana,  la romana y otras de gran prestigio ya las practicaban.  Y buscan con éstos argumentos y otros,  obtener la aprobación social, contando que los más actúen con la cobardía del silencio, del asumir un cómodo “yo respeto”.

Estamos presenciando una proliferación de la impiedad de tal grado que asusta. El homosexualismo  está llegando a niveles de apertura tales, que promueve sus aberrantes extravíos haciendo creer que son relaciones naturales,  y que quien se  opone a ellas o las censura está demostrando que es un anticuado. Y la realidad es que en mucho tienen razón. Éste “tercer sexo” ha acompañado al ser humano desde muy lejos.

Una revisión bíblica de  estos temas nos enseña que, efectivamente, son relaciones muy antiguas,   y desde esa misma antigüedad,  reprobadas  por Dios. Quién no recuerda la narración bíblica sobre lo acontecido allá en Sodoma y las otras cuatro ciudades de la llanura,  después que ángeles llegaran ahí para atestiguar cómo el mal había campeado en ellas. Una turba de homosexuales, leemos, trató de sacar a éstos ángeles del hogar de Lot, quien les había dado hospedaje, para “conocerles”. Usa eufemísticamente  éste verbo para decir que querían tener relaciones sexuales con ellos.  Y termina ésta lectura narrando cómo el pecado  de esa ciudad es castigado con la muerte por fuego de todos esos pecadores. Como señal inequívoca de lo que pasará con los que tengan en poco las advertencias divinas, y no acepten las llamadas al arrepentimiento que Dios, repetidamente, les hace.

Hoy, como ayer, los practicantes de éste pecado están empeñados en ganar para su campo a gente descuidada, apelando a deseos propios del ser humano. Les invitan haciéndoles creer que en sus filas encontrarán el éxito, o el placer, o la felicidad. Les mencionan nombres de famosos que militan en sus filas, diciéndoles que en ellas encontrarán la gloria, pero no les aclaran que en esas filas existe mucha equivocación, infelicidad, y traición, y enfermedades, peste y culpa. 

Por éste pecado leemos que  (por cambiar la gloria del Dios incorruptible)  Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza,y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío”. Romanos 1: 25 y sig.

Varones, igual que damas de todos los confines de la tierra, levantemos nuestra voz en protesta por esas leyes  que están siendo cambiadas; concienticemos  a nuestros legisladores, a nuestros medios de difusión, a nuestros maestros,  a dar marcha atrás en la relajación de nuestras leyes. Salvemos a nuestras sociedades de lo que está sucediendo. Hoy, más que nunca, se requiere de tu apoyo, con valor y decisión.

 

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